Los lineamientos del Proyecto de Presupuesto para el ejercicio 2013 Imprimir
Comercio y Justicia
Escrito por Salvador Treber   
Viernes 05 de Octubre de 2012 00:00

Las previsiones insitas en el futuro Presupuesto junto con la documentación elevada al Congreso revelan la perspectiva de una cierta recuperación en la actividad económica, junto con la continuidad del esquema y prioridades vigentes. El P.E nacional cumplió, aunque de manera muy especial, con la obligación legal de elevar hasta el 15 de septiembre ppdo. el Proyecto de Presupuesto de la Administración para el próximo ejercicio fiscal; lo que se verificó en tiempo y forma en las últimas horas del día 14 del mencionado mes.
Lo curioso es que, a diferencia de lo habitual, en esa instancia quedó rigurosamente bajo “siete llaves”, dando a conocer su contenido el posterior jueves 20 cuando el Ministro de Economía Hernán Lorenzino, asistido por sus colaboradores más inmediatos, expusiera las facetas más salientes del mismo. Es obvio que esa actitud llevó a pensar que habría causas especiales o era indispensable formular aclaraciones sobre aspectos que podrían no ser adecuadamente interpretados; pero no existe en su contenido nada que pudiere ser considerado singular ni tan complejo que requiriera semejantes precauciones y respaldo técnico adicional. Muy por el contrario, se trata de una elaboración que mantiene en todos los matices temáticos una homogénea continuidad con el que está actualmente en gestión. El total del gasto previsto sería de $ 628.629.2 millones; es decir, con un moderado incremento interanual del 16.2%.
En cuanto a la evolución de las fuentes de financiamiento sería semejante pues se consigna la suma de $ 627.229.1 millones, que excede en un 24.3% a la que se espera concretar hasta fines de diciembre próximo. Dado que en 2012 habría un resultado financiero negativo de $ 34.216.9 millones; se pretende en 2013, no volver a incurrir en tal desequilibrio. Ello implica que si se concreta lo proyectado el mencionado saldo pasaría a ser levemente positivo en $ 587.5 millones. De cumplirse con las metas referidas, estaríamos en presencia de un presupuesto austero y muy prudente, nada habitual según nuestras tradiciones de muchas décadas para ejercicios en que se deben celebrar elecciones.
La composición de los Ingresos para 2013.
Se anticipa, por todo concepto, que estarían integrados esencialmente por $ 384.954.7 millones (61.37%) de recursos de origen tributario, sin afectaciones específicas, y $ 185.987.18 (29.65%) correspondientes a Contribuciones que tienen como único destino financiar las erogaciones que requiere la Seguridad Social. Estos dos grandes fuentes, según tales previsiones, habrán de proporcionar el 91.02% del total general que figura con $ 627.229.1 millones. Del cotejo con lo que se espera cerrar 2012, implicaría la concreción de sendos incrementos interanuales del 23.6% y 22.0%, respectivamente.
A ello, con montos de cierta importancia (6.20%) se debe sumar lo que en la documentación oficial denominan “Rentas de la Propiedad”; las cuales están constituidas por las transferencias de utilidades del Banco Central correspondientes al ejercicio precedente y las rentas percibidas derivadas de títulos u otros valores a través del ANSeS que, en conjunto, estiman que hasta el cierre del actual período llegarán a  $ 27.963.6 millones y para 2013 a $ 38.901.9 millones (+39.1%).
Cabe advertir que el monto que se propone recaudar de ese origen asciende a $ 822.073.5 millones pero a la Administración Nacional corresponderían $ 619.043.6 millones (75.3%) y los derivados a los fiscos provinciales a $ 203.029.7 millones (24.7%). En cuanto a éstos últimos, $ 165.062.9 millones derivan de la aplicación del régimen de la Ley de Coparticipación Nº 23.548  y $ 37.966.8 millones consecuencia de decisiones discrecionales que obedecen al poder central. La precitada cifra se conforma con el 14.0% del Impuesto a las Ganancias junto con el sobre los Combustibles y Gas natural; 6.27% del IVA y Bienes Personales; además de los fondos indispensables para atender los aportes a Tierra del Fuego y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El Impuesto tradicionalmente de mayor rendimiento unitario es el I.V.A. que se ha calculado para 2013, neto de reintegros, en $ 227.205.8 millones; importe que implica el 27.64% respecto al total general. Un poco menos corresponde a las diversas Contribuciones de Seguridad Social con $ 212.494.3 millones (25.84%) pero solo tienen exclusivamente dicho destino $ 185.987.1, ya que el remanente de $ 26.507.2 millones se afecta a otros objetivos determinados ajenos a esa área. El Impuesto a las Ganancias, aparece en tercer lugar con $ 161.579.9 millones (19.65%).
En el cuarto escalón están los Derechos de Exportación con $ 77.963.5 millones (9.48%), mientras en el quinto figura el Impuesto sobre Créditos y Débitos Bancarios con $ 53.497.0 millones (6.51%). En consecuencia mediante el aporte de los precitados instrumentos logran sumar 89.12% del total previsto. Sobre los Combustibles recaen tres gravámenes que, en conjunto, totalizan 29.848.9 millones (3.63%) de los cuales $ 7.430.8 millones tienen como fin ser transferidos a las Provincias. Este esquema aparece como incompatible con lo actuado por el Gobierno de Córdoba en esa materia.
Por dicha vía le correspondería en 2013 mas de $ 600.0 millones; importe éste que quizá no le será girado por haber creado un gravamen específico propio que viola el Decreto-Ley 505/58 y los respectivos regímenes de coparticipación; por lo tanto no aparece racional y oportuno haber adoptado semejante decisión a juzgar por los números antes dichos. A ello cabe agregar que los combustibles líquidos y gaseosos pasan a ser en esta jurisdicción más caros para los diversos usuarios y, especialmente, en los departamentos que limitan con otras cinco provincias. Como consecuencia es muy probable que se pierdan  ventas y peligre la estabilidad financiera de los estacioneros situados próximos a ellas; además de perjudicarse en las operaciones conocidas como “a granel”.
Las cifras referidas precedentemente son netas de los llamados “Gastos Tributarios” que surgen de calcular preventivamente a cuanto ascienden lo que se deja de recaudar debido a la vigencia de diversas liberalidades legales y regímenes de promoción. La medida cuantitativa de estos conceptos fue el 2.51% del PBI en 2011, proyectando que en el año en curso se ubiquen en 2.60% y que lleguen a 2.57% en 2013. Si se evalúan en función del total recaudado en cada período, la incidencia no es nada despreciable pues estiman que ascenderán a $ 65.659.0 millones para 2013; importe que equivaldrá al 12.16% de lo que realmente se espera percibir.
Las previsiones en materia de gastos para 2013.
En esta materia, los denominados Gastos Corrientes previstos llegan a $ 610.948.1 (89.08%) millones, o sea $ 84.982.3 millones más que el total con que cerraría 2012, cubriendo el 88.08%; mientras que los Gastos de Capital, están calculados en $ 74.717.4 millones (11.92%). Estos últimos, virtualmente por mitades, tienen como destino la Inversión Real Directa con $ 36.786.0 millones y afectados a Transferencias de Capital $ 36.924.1 millones; lo cual implica montos relativamente pequeños y que revelan el carácter meramente consuntivo que pretenden cumplir a través del Presupuesto 2013.
Aparentemente, para compensar esa importante carencia, pese a que los compromisos de la deuda pagaderos en dólares para 2013 se reducen a sólo u$s 4.500 millones, se autorizan echar mano a u$s 7.967.0 millones del Fondo de Desendeudamiento constituido con reservas del Banco Central. Al presentar su informe el titular de Economía Hernán Lorenzino, anticipó que se va a “...seguir utilizando esta herramienta como uno de los mecanismos del repago de deuda” Por lo tanto, resta una diferencia de u$s 3.467.0 serán afectados a “financiar gastos de capital” (Obras y Bienes de producción). No obstante, es muy probable que deban orientarse especialmente a la compra de máquinas y equipos en el exterior; pues se incluye una prohibición de afectación a cualquier finalidad que lleve a su directa o indirecta “pesificación”
En el contexto de los Gastos Corrientes, los que adquieren mayor envergadura son las Prestaciones de Seguridad Social que se calculan en $ 241.722.7 millones; o sea, el 39.57% de los mismos. Dicho importe constituye un incremento interanual de $43.519.2 millones  que equivalen a un 22.0% por encima de lo asignado para gastar con esa finalidad en 2012. En segundo término figuran con $ 165.744.4 millones (27.13%) lo reservado para Transferencias, excediendo en $ 15.592.1 millones (+10.6%) y en el lugar siguiente las Remuneraciones al Personal con $ 89.177.0 millones (14.6%) que se espera superen a los actuales en $ 10.057.8 millones; concretando un muy estrecho incremento de apenas el 12.7%; el cual, seguramente, generará fuertes y generalizados reclamos ya que no cubrirán siquiera la pérdida de valor adquisitivo derivado de la desvalorización monetaria.
Queda como incógnita verificar lo que sucederá según sea finalmente el nivel de crecimiento del PBI en este año, pues si supera el 3.26% habrá que atender el Cupón adicional ajustable por PBI, que implican u$s 3.531.0 millones; cuya vigencia rige desde 2005 como consecuencia de la renegociación final la deuda externa con los acreedores privados respectivos. Hasta la fecha, los datos de las primeras evaluaciones dadas a conocer hacen ascender ese incremento al 3.4% (apenas 0.14%); cuesta creer que, siendo la posible diferencia tan exigua, no se adopten medidas en lo que esta de 2012 destinadas a ahorrar semejante obligación.
Los parámetros económicos básicos para elaborar las estimaciones son bastante contradictorios. Fija el crecimiento para 2013 en un 4.4%, que aparece como excesivamente conservador aunque aceptable, al igual que un 15.1% como posible incremento en el índice de precios mayoristas. Pero no admite ningún grado de credibilidad que los minoristas lo hagan apenas en un 10.8% y que la paridad cambiaria promedio de todo 2013 sea de $ 5.10
Cabe recordar que en la reunión del F.M.I., realizada en septiembre ppdo., Argentina recibió una seria y última advertencia mediante su Directora Gerente Christine Lagarde, junto con un perentorio plazo de gracia de tres meses para corregir las falencias en que viene incurriendo el INDEC. No obstante, ello no afectaría las previsiones presupuestarias pues éstas se realizaron con prescindencia de tales elementos.

Escrito por Salvador Treber - Profesor de Postgrado-FCE-UNC
Viernes 05 de octubre de 2012. Comercio y Justicia