El Club de Paris y algunas reacciones inexplicables PDF Imprimir Correo electrónico
La voz del interior
Escrito por Salvador Treber   
Viernes 13 de Junio de 2014 00:00

El Club de Paris es una organización integrada por 19 países considerados “ricos” que han venido atendiendo las derivaciones que puedan  tener ciertos créditos que sus integrantes han acordado a un casi centenar de otros con mucho menor poderío. Su origen, a instancias del gobierno francés, tuvo como primera tarea tratar renegociar la cancelación de una deuda de u$s 700 millones que contrajo Argentina a  través del gobierno militar de facto que derribó a las autoridades constitucionales en la década de los años Sesenta.

Pese a su denominación, no tiene las características que exhiben los organismos formalmente estables que registran funcionamiento diario y sólo convoca la concurrencia a representantes de sus miembros cuando existe algún problema que requiere sea resuelto colectivamente. Con el correr de los años, se sumaron múltiples situaciones semejantes protagonizadas por países que, de una u otra forma, fueron sometidos a su intervención contemporizadora, minimizando los desencuentros y muy frecuentemente hasta limando asperezas para lograr puntos de coincidencia.

Cabe advertir que en nuestro caso, a través del lapso transcurrido hasta fines de 1992, se suscribieron acuerdos ocho veces y, obviamente, en cada oportunidad la cifra fue creciendo, tanto por la concesión de nuevas operaciones o la automática capitalización de intereses devengados a una tasa del 7.0% anual acumulativa. El 62.1% de la respectiva deuda de capital básica se concretó durante el período 1976/83; o sea, en tiempos  que el manejo de la cosa pública estaba a cargo de los funcionarios de la última dictadura militar.

La negociación y sus protagonistas.

Los acreedores son 16 países. A la cabeza de ellos figura Alemania con aproximadamente u$s 2.900 millones, seguido de Japón que aparece con unos u$s 2.400 millones y luego, a través de cifras notoriamente menores, se alinean Holanda con u$s 870 millones; Italia que suma u$s 775 millones y Estados Unidos u$s 680 millones. El resto, hasta completar el total de u$s 2.075 millones, se reparten con montos muy pequeños entre 11 países. Obviamente, los más duros de convencer fueron los dos primeros, pero al final consintieron en aceptar la propuesta argentina. Quizá el éxito mas resonante, que paradójicamente ha sido casi acallado por todas las partes, es que se logró quedara totalmente al margen el F .M.I.; lo cual ocurre por primera vez en 58 años.

Las últimas transacciones de crédito incluidas datan de la década de los años Noventa y desde entonces los incrementos operados están generados exclusivamente por las sucesivas cargas de los intereses hasta el último día del mes de abril del corriente, en que quedó virtualmente congelada la cifra para dar lugar a las nuevas condiciones pactadas después de arduas y prolongadas negociaciones.

En suma, su definitiva y total cancelación que se suscribió el 28 de mayo ppdo., prevé un pago inicial a cuenta de u$s 650 millones en el próximo mes de julio y otros u$s 500 millones en mayo 2015; formulándose un cronograma de cinco compromisos anuales iguales con más el interés sobre saldo del 3.0% que en cada caso correspondiera. Está previsto además que si hubiera alguna dificultad, dichos pagos se podrían extender a siete años aunque en esa circunstancia el costo financiero se elevaría al 4.0% anual.

En víspera de viajar a París el Ministro de Economía y su equipo de cinco técnicos de primera línea; muchos tradicionales críticos eran muy escépticos sobre las posibilidades reales de lograr algún avance. No obstante, después de 22 horas de discusión, felizmente se llegó al mencionado acuerdo y quiénes antes anticiparon que fracasaría, quedaron bastante desairados. Lo importante es que el país resuelva éste, uno de sus últimos conflictos financieros pendientes, ya que obstruían en forma absoluta la concesión de créditos para realizar inversiones en Argentina, tanto a países como empresas y particulares.

La diversa visión sobre el Acuerdo.

La repercusión del resultado obtenido y las nuevas perspectivas que abre han sido casi unánimemente admitidas por los diversos sectores de opinión, con mayor o menor grado de énfasis. Aún así, resulta muy significativo que los que se han acostumbrado a buscar siempre “cinco patas al gato” hagan una serie de críticas con escaso o ningún fundamento. La que aparentemente es mas consistente se refiere a que el Gobierno actual traslada el 90.0% de los nuevos compromisos al que en lo inmediato lo sustituirá al vencimiento de su gestión.

Esto constituye una falacia pues la deuda data del período 1956/1994; pero lo más relevante es que durante entre 2003 y 2013 se han cancelado, sólo por capital, deudas en moneda extranjera por u$s 172.570 miles de millones que generaron los gobernantes de esos períodos, civiles y militares. Argentina es hoy uno de los países menos endeudados del planeta en moneda extranjera y lo concretado será una vía de enorme valor para reinsertarse en el mercado mundial de capitales; de la cual estaba drásticamente excluida.

Los argentinos que son imparciales, pero quieren profundamente a su país no pueden dejar de ponderar el éxito que implica el Acuerdo con el Club de París y aunar esfuerzos para que nunca más se afronten tan pesadas cargas como las que se han venido pagando. Sólo una actitud leal en tal sentido otorga la indispensable autoridad moral y ciudadana para señalar también los errores en que se pueda incurrir. Que por otra parte, no son pocos...

Salvador Treber –Prof. de Postgrado-FCE UNC. La Voz del Interior, 13/06/2014

 
Banner
Banner
Banner
Banner