El insólito e increíble ocaso de la ciudad de Detroit |
![]() |
![]() |
![]() |
Hoy Dia Córdoba |
Escrito por Salvador Treber |
Miércoles 12 de Marzo de 2014 00:00 |
El proceso que convirtió a Estados Unidos en la primera potencia económica e industrial del planeta tuvo como eje vital el desarrollo de la rama automotriz, especialmente durante la 1º y 3º década del siglo XX, siendo en este aspecto su virtual cuna la ciudad de Detroit, sede originaria donde se instalaron los tres gigantes que lanzaban entonces al mercado hasta el 90.0% de las unidades disponibles.
Ubicada en el Estado de Michigan, en su momento de máximo esplendor, estaba cuarta por su población detrás de Nueva York, Chicago y San Francisco; pero era a nivel mundial virtual símbolo máximo de la mencionada actividad. Debe tenerse muy en cuenta que aún cuando dicho país participó activamente en las dos Guerras Mundiales del Siglo XX, en las de Corea y Vietnam a las que deben sumarse los más recientes conflictos no concluidos de Afganistán, Irak y Siria, sin que jamás tuvieron que sufrir los horrores de muertas masivas y/o bombardeos dentro de los límites de su propio. Incluso, en la actualidad disponen y están en plena operación nada menos que 57 grandes bases militares en los cinco continentes; pero no se conoce ningún caso siquiera semejante al que viene padeciendo la castigada ciudad de Detroit por su pérdida de competitividad. Es que aparece como único su fenomenal crecimiento inicial, el siguiente período de estancamiento que culminó en la década 1955-65 y el posterior todavía no agotado proceso en que se viene operando sin pausa en los últimos cincuenta años. Bastará con recordar que en su momento de mayor auge tenía una población urbana superior a 2 millones de habitantes que ostentaba por entonces un elevado nivel de vida; pero en la actualidad apenas llega a 648 mil de empobrecidos súbditos -menos de un tercio- que siguen sin poder detener su vertical descenso. Dado que su estructura pública y administrativa no ha podido ser circunscripta a la nueva realidad siendo los contribuyentes cada vez mas remisos y numéricamente en declive, sus finanzas se han tornado crecientemente deficitarias, casi catastróficas. La realidad presente. En la actualidad están en rodamiento diario a nivel mundial bastante más de 1.000 millones de automotores y a ellos se agregan anualmente unas 80 millones de nuevas unidades, mientras se retiran por obsolescencia u otras causas, alrededor de 30 millones. El primer país que impulsó fuera de Estados Unidos en forma masiva la fabricación fue Alemania en la década de los años 20 y 30 (Siglo XX) introduciendo una creativa orientación que consistió en fabricar múltiples unidades pequeñas y apuntando a que puedan ser adquiridas por franjas muy numerosas de la población. Luego le siguieron Gran Bretaña, Italia y Francia en Europa, aunque los que revolucionaron el área fueron los japoneses que consiguieron liderar el rubro y cuyas exportaciones a Estados Unidos conmovieron el monopolio doméstico de sus fábricas para pasar a compartir ese mercado. Finalmente, las autoridades yanquis cerraron las importaciones y los obligaron a que las empresas niponas, para seguir vendiendo, se radiquen en su territorio y generen riqueza dentro del mismo. En Detroit, al comienzo de ese cambio pareciera se pensó que sería transitorio y lograría una recuperación del mercado interno; lo cual explicó que tomaran una serie de abultados créditos que muy pronto se hicieron impagables. Por lo tanto, los mismos fueron objeto de una serie de renovaciones que incorporaron al capital así captado, los intereses y demás gastos devengados tornándose una virtual “bola de nieve” que cada vez se tornó más voluminosa, siendo en un enorme contrapeso pues ha llegado, sólo en el sector público local, a la cifra de u$s 18.000 millones. Las autoridades municipales no encuentran la forma de atender tales compromisos e incluso de evitar que siga creciendo. Lo peor es que esa situación ha provocado una serie de conflictos y desencuentros entre las autoridades de la ciudad (alcalde y Consejo Municipal) respecto a las del Estado de Michigan, dirigidas por su Gobernador, que aporta sugerencias pero no fondos adicionales. A todo ello se agrega la actitud de éste último que, sin consentimiento previo de ninguna especie, ha designado un “Administrador de Emergencia”. El mismo intentó al principio de su gestión, aunque infructuosamente, lograr arreglos de muy largo plazo con los principales acreedores y prestadores actuales de los servicios más elementales (limpieza, bomberos y policía, como así también con las organizaciones representativas de los jubilados y del personal activo); todos los cuales actúan con crecientes grados de recelo. Soluciones Frustradas. Otro conflicto adicional, derivado del principal, está enfrentando a los representantes de las organizaciones sociales de la ciudad con los funcionarios públicos que, en pleno estado de desesperación, se movilizaron para hacer valuar la colección de obras que se exhiben en el Instituto de Arte de Detroit (DIA); el cual habitualmente ha promovido reiteradas visitas de especialistas atraídos por su alto prestigio internacional en la materia. Esa iniciativa desato un nuevo desencuentro que dividió a la población en dos bandos irreconciliables y los arrastró a ensañarse recíprocamente llegando a un nivel casi insoportable de encono. Esta sólo se distendió cuando constataron que por todas la obras no se obtendría más de u$s 2.000 mil millones y como esa cifra no resuelve nada, se optó por no continuar las discusiones. No obstante, lo sucedido constituye un testimonio sobre el grado de tensión y de las reacciones casi desesperadas que han hecho presa de los pobladores y autoridades. El alcalde, virtualmente sitiado y sin vislumbrar otra salida, optó por apelar al régimen legal de empresas u organismos en estado de cesación de pagos y pidió ser considerado bajo el esquema propio de una situación de quiebra financiera inminente. En esta etapa agónica que se está transitando actualmente nadie sabe en que terminará todo pues se trata de una situación extrema que no tiene antecedentes siquiera parecidos y válidos. Hay plena conciencia que en el ámbito judicial lograrán reducir la carga de la deuda pública municipal vencida, sin embargo nadie aventura imaginar como se seguirá en el futuro. Suponen que habrá múltiples despidos y temen enfrentamientos interraciales pues la población de origen afro es mayoría y viene cundiendo la tendencia a una dura segregación. Es obvio que prima un estado generalizado de tensa ansiedad en continuo ascenso y que lo que esta viviendo Detroit ya hace algunos años afectó a otras grandes ciudades; aunque en ningún caso se llegó tan lejos. El titular de la Cámara Regional que incluye a dicha ciudad ha hecho un diagnóstico realista al sostener que es coherente con “…la vulnerabilidad de las economías que son monodependientes” pero no pudo aportar soluciones de ninguna índole. Lo indudable es que ya nunca se podrá pensar siquiera en que las grandes fabricas que otrora le dieron brillo retornen para prestar ayuda a la ciudad pues están sumidas en una muy dura competencia internacional, lidiando para mantener su franja de apenas el 12.4% en el mercado mundial. Sólo la capacidad potencial del Gobierno Nacional podría liderar una reactualización de la dinámica productiva perdida. Hasta ahora no han movido un dedo en tal dirección. Seguramente estiman que se “destapen otras muchas ollas” que no están dispuestos ni pueden atender. En consecuencia el drama continuará sin que se pueda suponer las derivaciones futuras de esa lenta pero inexorable agonía.... Escrito por Salvador Treber - Profesor de Postgrado-F.C.E.-U.NCBA HOY DIA CORDOBA – 12 /03/2014 |