El nuevo viraje de la economía china PDF Imprimir Correo electrónico
La voz del interior
Escrito por Salvador Treber   
Viernes 20 de Diciembre de 2013 00:00

Durante cuatro días, desde el 9 de noviembre ppdo., se realizó en “en algún lugar” de la República Popular de China -que no se dio a conocer pero que se supone fue en el mismo Beijing- un conclave sobre el cual sólo trascendió que sería “histórico” para la evolución socio-económica de esa gran potencia que, en un par de años, habrá de ostentar el producto bruto interno mas elevado del planeta; haciendo resignar el actual liderazgo a Estados Unidos.

 

Cabe recordar que su población asciende a 1.345 millones de habitantes y está asentada sobre una superficie de 9.598 millones de km2 ocupando, por este último aspecto, el cuarto lugar detrás de Rusia, Canadá y el precitado EE.UU. Con cerrado hermetismo  han encarado lo que identifican como el Tercer Plenario de Partido gobernante; en que se intuye han realizado no sólo un balance de lo gestionado sino que han marcado los lineamientos futuros; quizá de una década. A modo de “cortina de humo” actualizaron la flexibilización en el número de nacimientos por pareja, pese a que ello se había resuelto seis meses antes.

El objetivo de crecer a un ritmo no menor de un 8,0% anual, nivel indispensable para absorber el incremento anual de mano de obra, se venía cumpliendo y superado ampliamente hasta 2011 en que ese indicador llegó a +10,4%; pero posteriormente sufrió una baja de 2,9 puntos. El factor que ha perturbado esa secuencia, haciendo entrar en semejante desaceleración lo asignan a las restricciones que imponen las condiciones del mercado  mundial y, muy especialmente, la contracción en las compras por parte de los países componentes de la Unión Europea y EE.UU..

El primer ministro, Li Keqiang, había advertido antes, en tono marcadamente dramático, que “El país se encuentra ahora en un punto crucial. Sin una transformación estructural y una actualización no será capaz de mantener un crecimiento sostenible”

El rutilante ascenso a la cima, hace un año, de la cúpula gubernamental por parte de Xi Jinping, genuino representante de las camadas más jóvenes de la jerarquía, se ha convertido en un virtual símbolo de iniciativas renovadoras, con las que están dispuestos a dejar atrás enfoques que consideran inactuales.

Presunciones sobre los nuevos lineamientos

Nadie duda que las “novedades” tendrán por finalidad redinamizar la economía, además de reducir los tiempos para incrementar y equiparando el producto por habitante que ostenta EE.UU. La nueva meta es bajar a la mitad el plazo antes establecido; es decir buscarán que ello ocurra hasta fines del año 2024 y no de 2032. Tan ambiciosa epopeya no puede ser siquiera concebida sin el traslado masivo de la población rural pues excede a los 50 millones que estimaron como indispensables para la racional explotación. Por lo tanto el proceso de reeducación y ubicación en las áreas urbanas abarcaría a no menos de 250 millones de familias.

Es además necesario tener presente que la propiedad de la tierra está socializada y, en consecuencia, es de carácter colectiva. No se admiten  titulares privados, aunque ha trascendido que se procuraría otorgarles a los que la hagan producir con mayor eficiencia, una serie de premios que estimulen la continuidad de su gestión. Esa sería la base de sustentación con la que intentarán de enmarcar la firme intención de promover progresos ciertos para quiénes se sindique como protagonistas activos de esa evolución. El influyente profesor Tao Ran, director del Centro de Política Pública Bookings-Tsinghua, aclaró sobre el particular que “no se propone todo un paquete de reformas  y se dice luego  a la gente que hagan todo a la vez” pues se están delineando planes y programas de diversa extensión.

Paralelamente buscarían reducir en alta proporción las miles de empresas públicas de diversa magnitud, que no llegan a ciertos índices de productividad que justifiquen su permanencia como tales. Las que no cumplan esa condición, facilitarán su transferencia al sector privado, incluso con participación del capital extranjero, advirtiendo que no serán contemplativos pues la prioridad excluyente será mejorar los rendimientos.

Lo antes referido se complementaría con una paralela modernización del sector monetario y financiero en procura de  promover  a nivel internacional la vigencia de la moneda nacional para  que gane espacio y aceptabilidad, pasando a compartir con el dólar y la libra esterlina las funciones de medio de pago internacional de amplia aceptabilidad que hoy carece. Esto requiere modificar una larga tradición; que no será muy fácil de lograr en quiénes se formaron y operaron siempre dentro de esta área, casi aislados del mundo.

Los enfoques más creativos.

Analistas muy respetados admiten los méritos de las iniciativas a implementar corresponden a la actual cima del poder político. El vicepresidente del Banco Mundial para el área de Asia Oriental y el Pacífico Axel Van Trotsenburg, en su carácter de especialista no comprometido, no vaciló en saludar las nuevas líneas de acción pero subrayó que “Todos los temas necesitan unirse, coordinarse y alcanzar un consenso para la implementación”. Es evidente  que conoce muy bien el “frente interno”; por ello su mensaje constituye un valioso aporte y también una advertencia.

Es que esa faceta, vinculada a la necesidad de concretar una profusa y paciente discusión entre pares puede ser vital pues no todos han llegado a la conclusión que la producción industrial, aún la pesada, y la insistencia en atender prioritariamente el mercado externo pueden seguir siendo bases suficientes para sustentar el liderazgo mundial de China en las próximas décadas. Tales planteos, por el momento, son patrimonio de los dirigentes mas avanzados, no de los que operan en las provincias mediterráneas. Para ganar su adhesión aquellos deben convertirse en buenos docentes, ayudándoles a abrir bien los ojos para poder apreciar el mundo por venir y consolidar sus líneas de acción.

Quizá las mayores dificultades se encuentren en los anuncios sobre la eventual admisión de cierta proporción de capital privado al estratégico sector energético en procura de incorporar ciertas técnicas que por el momento no son de uso  frecuente. El vocero oficial ha demostrado su claridad conceptual al destacar que “El gobierno debe buscar la manera de incentivar la creatividad y la innovación”. Si esto lo traducen en forma consecuente a hechos concretos, el éxito será sólo cuestión de tiempo.

Escrito por Salvador Treber - Profesor de Postgrado-FCE UNCViernes 20 de diciembre de 2013. La Voz del Interior.

 
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